Amiga con sus alumnos en la playa del Bulto. En el entorno, multitud de sardinales varados en la orilla. Hacia 1910. Málaga, España.
Podría tratarse de un retrato escolar, en concreto de escenificar una «amiga» o «miga», como se solía denominar en Málaga y otros puntos de Andalucía a esa forma de enseñanza de primeras letras –muchas veces, primeras y únicas– a cargo de personas sin titulación suficiente, a las que no se las podía llamar «maestras», distinguiéndolas con el nombre más próximo de «amiga». A estas clases irregulares asistían niños y niñas de corta edad. En este caso la «supuesta maestra» sería la joven que queda de pie en el margen izquierdo de la fotografía. No podemos hablar de «protagonista único de la fotografía». Sí cabe afirmar que el propósito del fotógrafo es el retrato social: niños en edad escolar en una barriada de pescadores. Sin embargo lo que caracteriza la foto es la fuerte impronta que supone la línea de embarcaciones a la orilla del mar. La carga significante es clara: el instrumental básico que sirve a los pescadores para ganarse la vida, en un espacio comprendido entre el monte de San Antón, a la derecha, y la torre de la Catedral, a la izquierda.