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History
Escrito por Emilio Morales, descendiente de la familia Lamothe:
“Quizás el primer Lamothe que llega a España sea Vidal en 1814, ¿soldado napoleónico? ¿Tratante de vinos? Volvió a Bayona, pero no con las manos vacías pues casó con Mº Dolores Benasque de Écija.
Más tarde, uno de sus hijos, Prósper Lamothe Benasque, llegó a Málaga; sabemos que en 1844 contrajo matrimonio con Concepción Rivas y que se dedicaba al mundo de los vinos, trabajó con Mongrand. Y que en 1852 se quedó con el negocio.
De su matrimonio tuvo cinco hijos, por un lado Cecilia casó con Manuel Segura, y a su vez su hija Concha con Tomás Rein, teniendo lugar el matrimonio en la capilla del actual colegio de Gamarra (la Gran Casa).
Otro de sus hijos, Carlos (Lamothe) esposó con Josefa Castañeda. Son nuestros bisabuelos.
Carlos Lamothe Rivas junto con Fernando Jiménez fundaron las destilerías Jiménez y Lamothe que fueron cuna de las posteriores Bodegas de la Casa Larios y aunque no fue su único negocio, ni el más próspero, a la postre si el que le ha dado más renombre.
Curiosamente la fundación tuvo lugar en 1880 cuando había comenzado la filoxera y no tuvo que irles tan mal pues al poco tiempo ampliaron y se trasladaron a Calle Constancia. También, y al igual que muchos ilustres vinateros de la época, abrieron nuevas bodegas en Manzanares buscando vides sanas y aprovechando el modernísimo ferrocarril que entraba en la misma bodega. Esta mayor producción permitió la exportación, sobre todo hacia América.
Fue en estos momentos de bonanza cuando se comienza a edificar la casa de Gamarra, conocida por la Gran Casa y que hoy alberga al colegio Virgen Inmaculada Sta. María de la Victoria. Aquí nacieron muchos de nuestros abuelos y padres. También se fueron a vivir las hermanas solteras de Carlos, su hermano Prósper y más familia, al mismo tiempo en los alrededores construyeron sus amigos y su socio Fernando Jiménez; esto y el amor de Carlos por la cultura convirtieron la Casa en un lugar de convivencia y un referente cultural (Emilio Thuiller o su protegido el pintor Joaquín Luque Rosselló eran habituales).
Durante su pervivencia, las bodegas Jiménez y Lamothe recibieron muchos premios entre ellos en 1893 el de “Excelencia” en la exposición de Chicago, sin embargo la mejor muestra de su calidad sigue con nosotros, es el brandy 1866. En la visita de Alfonso XIII a Málaga en 1904 degustó sus caldos en la propia bodega.
Tras el final de la I Guerra Mundial, en los años 20 la casa Larios pidió la liquidación de la deuda que se mantenía con ellos, al mismo tiempo ofertaba la compra y que Carlos Lamothe la siguiera dirigiendo con un buen sueldo; o esto, o empezar de nuevo. Y así fue. Más tarde las antiguas Bodegas Jiménez y Lamothe fueron sustituidas por una fábrica de jabones y aceite.