Acto de apertura del curso académico 1999-2000, presidido por el rector de la Universidad de Málaga, Antonio Díez de los Ríos, acompañado por la rectora-presidenta de la comisión gestora de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, María Rosario Valpuesta Fernández, la vicerrectora de Ordenación Académica de la UMA, Guillermina Martín Reyes y la vicerrectora de Investigación de la UMA, Adelaida de la Calle.
El secretario general, Alfredo Rodríguez García, da lectura al resumen de la memoria del curso académico 1998-1999 y cita sucesivamente a los nuevos doctores.
Se expone la lección inaugural.
El rector magnífico de la Universidad de Málaga pronuncia el discurso de apertura oficial del curso académico 1999-2000 de la Universidad de Málaga.

Tres ilustres catedráticos, eruditos en sus respectivas áreas de conocimiento, forman parte del Claustro de la Universidad de Málaga, tras ser investidos como doctores honoris causa de la institución académica.

Se trata del arqueólogo Hermanfrid Schubart, que por su avanzada edad participa en la ceremonia de manera virtual, del sociólogo Alejandro Portes, referente mundial en emigración y premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, y del jurista laboralista Luis Enrique de la Villa Gil.

Tanto Portes como De la Villa acuden presencialmente al acto protocolario de investidura, que se celebra en el Paraninfo Universitario presidido por el rector, Teodomiro López Navarrete, quien les hace entrega de los atributos y símbolos que reconocen sus méritos, como el birrete laureado, el Libro de la Ciencia, el anillo, los guantes blancos y la medalla doctoral.

El protocolo del acto establece que, en primer lugar, el catedrático de Arqueología Bartolomé Mora, lea la laudatio de Hermanfrid Schubart, mientras que el catedrático de Sociología Félix Requena se refiere a los méritos de Alejandro Portes. Y Francisco Vila, catedrático del Derecho del Trabajo, hace lo propio con Luis Enrique de la Villa. Tras ser formalmente investidos por el rector (el padrino del primero recibe los atributos de forma simbólica), los tres proceden a leer sus discursos de aceptación, en los que muestran su eterno agradecimiento a Málaga y su universidad y relatan lo mucho que les une a esta ciudad.