La Factoría Naval de Málaga, un astillero de la familia Gallego, tenía sus talleres en el Perchel y explotaba un dique flotante en el muelle 5 o Adosado del Puerto que compartía con el atraque del vetusto buque hidrográfico Xauen. El dique, de diseño alemán, había sido construido para la Unión Naval de Levante que también lo utilizó aquí durante muchos años.
El 23 de enero de 1963, un formidable temporal que aún se recuerda, causó estragos en la ciudad y abrió dos brechas en la escollera y sillería del morro, precisamente en el mismo lugar donde, 63 años antes, zozobró la fragata Gneisenau. Como consecuencia de aquel durísimo Levante, el Campo Grande, un buque mixto de carga y pasaje de la matrícula de Cádiz, rompió amarras y abordó al dique flotante donde se reparaba el Enrique Maynes, causándole importantes averías.
La fotografía, de agosto de ese año, muestra los trabajos de achique y reparación del dique y el discutible empleo de hormigón y cemento para lastre y cierre de las vías de agua.
Al fondo, junto a la araucaria aún existente, es visible en blanco el edificio antiguo del Club Mediterráneo que daba al entonces inacabado muelle 1. Y, a la derecha de la Farola, algunas infraestructuras portuarias hoy desaparecidas: el varadero de los Astilleros de Ansorena y Cía. con dos barcos carenando en su rampa, la estación de la Corporación de Prácticos con el mástil del semáforo del puerto y el casetón de la Sociedad de Salvamento de Náufragos.
Carlos ismael Álvarez