Aunque no lo parezca, la foto da cuenta del siniestro más importante que sufrió la Malagueta por lo menos en la segunda mitad del siglo XX, y de otro temporal que sufrió el puerto con anterioridad al muy recordado del 24 de enero de 1963. Empezando por este otro temporal menos conocido, la foto lo refleja en las obras que aparecen junto al silo en el muelle 2. Se puede ver como se está ensanchando con el desplazamiento del cantil unos 15 o 20 metros hacia el mar, porque un temporal de sur de dos o tres años antes hundió la parte del muelle contigua al silo y estuvo a punto de afectar a sus cimientos. También se aprecian las obras de adaptación en el propio edificio ya que el nuevo muelle hacía imposible, como hasta entonces, acceder directamente a los buques graneleros que atracaban junto a él. Los cajones de cemento apilados sobre el muelle muestran la alineación anterior de su cantil.
El otro siniestro del que da fe la instantánea es el sufrido por las instalaciones de la Hidroeléctrica del Chorro, también unos cuantos meses antes. Fue un espectacular incendio en la parte industrial de dichas instalaciones que provocó el hundimiento de su techumbre, como se ve perfectamente. Tengo muy vivo en la memoria el recuerdo de un enorme hongo de fuego y humo, generado por la explosión de algunos bidones de gasoil que alimentaban a los generadores eléctricos, que semejando una bomba atómica se elevó por encima de la chimenea colindante.
Al otro lado de la calle, una nave abierta ubica unas instalaciones de la Compañía de Tranvías Urbanos. Allí había un magnífico pozo donde los vecinos acudían cuando en las carencias de los cincuenta, se cortaba el agua corriente en las casas.
También se aprecia el desarrollismo de aquel inicio de los sesenta abriéndose paso en la explanación de la incipiente avenida de Cánovas del Castillo, que eliminó el chabolismo y las infraviviendas de aquella zona, al igual que en los primeros rascacielos del paseo marítimo Ciudad de Melilla.
Rafael Esteve Secall
Universidad de Málaga