El proyecto de levantamiento de la fábrica Cerámica Santa Inés llevó parejo la construcción de un conjunto de casas para los obreros, constituyendo una barriada –la Colonia de Santa Inés– dotada de infraestructura suficiente para gozar de una cierta autonomía: escuela, biblioteca, casa de socorro, iglesia y algunos comercios. Constituye la única colonia industrial conservada en la ciudad y es testimonio de una de las empresas más destacadas de Málaga. La colonia la integran 54 viviendas de finales del s. XIX y 36 viviendas de los años treinta del siglo XX.